Los avances científicos y tecnológicos de los últimos años suponen un gran salto para monitorizar la sismicidad, la deformación del terreno y los gases. Actualmente, los vulcanólogos pueden predecir si un volcán está a punto de entrar en erupción gracias a estos avances y nuevas técnicas.
Los pronósticos sobre la evolución y el final de una erupción son aún complejos, ya que depende de muchos parámetros que no se pueden observar pero, sin duda, lo avances conseguidos en vigilancia volcánica suponen un hito importante para interpretar futuras erupciones.